En una Tierra infestada de alienígenas, algunos humanos resisten. Primera película con actores sintéticos íntegramente realizada por ordenador.
Final Fantasy: The Spirits Within (Hironobu Sakaguchi, 2000)
Tráiler YouTube
El éxito de la serie de videojuegos del mismo nombre y director contrasta con el fracaso comercial de esta película.
Como suele pasar con la mayoría de videojuegos de renombre trasladados a la gran pantalla, Final Fantasy: La fuerza interior fue un enorme fracaso taquillero que desagradó a gran parte de la crítica mundial. El motivo: un argumento gris, poco interesante y que nada tiene que ver con la saga de videojuegos de Final Fantasy, aspecto este último que decepcionó a sus más acérrimos seguidores.
A pesar de ello, resulta aconsejable, si más no, echarle un vistazo a esta cinta aunque sea tan sólo por su apartado técnico, donde destaca por tratarse de la primera película realizada en su totalidad mediante una técnica vanguardista en la animación por ordenador como fue el uso de actores artificiales. Esto tuvo como resultado unos gráficos muy elaborados y un alto nivel de realismo; tanto es así que personajes como el Doctor Kid parecen seres humanos de verdad. Además, si nos fijamos bien podemos llegar a ver las impurezas de la piel de la doctora Aki Ross o el movimiento detallado de sus largos cabellos cuando sopla el viento o se mueve.
Si bien es cierto que hay muchos elementos gráficos en la película que contribuyen al realismo, ésta tiene la gran asignatura pendiente de las expresiones faciales. En este sentido debemos decir que todo aquello que se había logrado mediante unos gráficos precisos y certeros, se ve contrarrestado por una inexpresividad / frialdad bárbara en los rostros de los personajes que, estén contentos o apunto de morir, ponen prácticamente siempre la misma cara, cosa que resta realismo a la cinta.
En lo que a escenarios concierne, decir que están muy bien trabajados y que, a pesar de ser futuristas, resultan verosímiles a los ojos del espectador. Una mención especial merecen los paisajes exteriores que muestran un planeta Tierra deshabitado y desolado por culpa de una invasión alienígena, unos paisajes espectaculares que transmiten un extraño sentimiento de inseguridad.
A modo de conclusión podríamos decir que Final Fantasy: La fuerza interior se trata de una película estéticamente atractiva, pero argumentalmente mediocre. Teniendo esto asumido, deberíamos preguntarnos si lo primero justifica lo segundo, es decir, si podemos pasar por alto la historia de una cinta digital que tenga unos gráficos impresionantes o, por el contrario, si debemos valorar ambas cosas como un conjunto dependiente, donde los gráficos sin trama no sirven para nada.
La primera de las suposiciones tiene sentido en el marco de los vídeos con una finalidad meramente experimental, mientras que la segunda lo adquiere en un ámbito comercial. En el caso que nos ocupa debemos decir que, aunque es cierto que Final Fantasy: La fuerza interior fue la primera película hecha con actores artificiales – por lo que se trataba en gran parte de un film de experimentación -, estamos ante una película con un claro objetivo comercial, por lo que el meritorio trabajo gráfico no justifica el hecho de no haber sabido contar una historia que llegue al público.
Jordi Heredia
junio 2009